La Tagua es una planta singular que proviene de las montañas tropicales y húmedas de Ecuador, crece de forma silvestre en bosques llamados Taguales, es de color blanco, ebúrnea, dura, pesada, lisa y opaca pero adquiere brillo al pulirla; es inodora e insípida pero no elástica ni incorruptible como el verdadero marfil.
Semejante por su morfología a las palmas, se tarda de 14 a 15 años desde que se siembra hasta que se pueden recolectar los primeros frutos y no se interrumpe la producción en su tiempo de vida. Estos Taguales ofrecen 3 cosechas al año aproximadamente, en estas cosechas se producen de 15 a 16 cabezas, también conocidas como mocochá. En cada mococha se reúnen aproximadamente 20 pepas de Tagua para poder hacer bisutería artesanal.
A partir de la colecta se lleva a cabo un proceso detallado para convertir cada una de las pepas de Tagua en abalorios. Una vez listos, se empieza con la clasificación de cada uno para elaborar la bisutería de Tagua o bisutería artesanal. Dependiendo del diseño de la joya a crear, se seleccionan las piezas que se van a utilizar; por ejemplo en un collar se utiliza un promedio de 20 a 25 piezas.
El uso de los abalorios de Tagua incrementa el interés por esta planta y beneficia al bosque húmedo tropical. Además por el carácter no biodegradable de la mayoría de plásticos combatiríamos la creciente contaminación, ya que algunos de ellos tardan hasta 150 años en transformarse. También permite a los pobladores de las zonas rurales hacer de la recolección del marfil natural una actividad económica y ecológica (sin tala de árboles ya que el fruto que se utiliza cae solo), revalorizando y promoviendo su conservación.