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Importancia de preservar y mantener los bosques de Palo Santo, Estudio sobre el almacenado del carbono en el bosque seco tropical

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El cuidado de los ecosistemas de bosques secos se ha convertido en nuestra prioridad. El Palo Santo, esta madera sagrada que es un instrumento espiritual de paz y armonía para nuestras vidas. Merece los cuidados en su ecosistema natural desde su origen hasta su muerte natural. La realidad es que por mucho tiempo los bosques secos han sido menospreciados porque no se conocen a fondo sus funciones para la vida. Siendo estos espacios muchas veces deforestados, donde se realiza una agricultura agresiva con químicos y muchas veces ocupada por asentamientos sin las medidas de control ambientales.

Es importante conocer cómo es el funcionamiento de los bosques secos para proteger el Palo Santo, y no solo a esa planta, sino también a cada una de las especies que viven en simbiosis y que de alguna forma mantienen un equilibrio en estos ecosistemas frágiles y poco valorados. Los bosques secos han sido estudiados en menor cantidad comparando con los bosques húmedos. Ya que no son tan atractivos, y muchas veces se ha creído que no aportan demasiado en comparación con los bosques húmedos. 

Pero en la actualidad, responder a muchas dudas sobre los bosquees secos es complejo, dado que las investigaciones han sido pocas y no han profundizado mucho. Por ello, nos encaminamos junto con las universidades para desarrollar estudios y conocer como convergen estos espacios de vida propios de Centro America y Suramerica.

LOS BOSQUES SECOS CONTRIBUYEN A LA REDUCCIÓN DEL CO2

Estudiar el comportamiento de los bosques secos  para su preservación es vital. y el objetivo de la investigación fue determinar el carbono almacenado en la biomasa aérea viva y en el suelo en un área de bosque seco en la parroquia Joa del cantón Jipijapa en Ecuador, a seis kilómetros al oeste de la ciudad de Jipijapa, en la provincia de Manabí, en la costa central ecuatoriana. Con altitudes que van desde los 220 hasta los 320 msnm; temperaturas medias de 24 oC y 1,28 mm de precipitación. Se tomó como área de estudio una zona de 50 hectáreas la cual cuenta con un Plan de Manejo Integral y con Informe de Inspección Técnica en Zona Boscosa de la Comuna de Joá del Cantón Jipijapa, como requisitos previos a la declaración de “Bosque y Vegetación Protector”. 

METODOLOGÍA

Se utilizaron 24 parcelas permanentes de muestreo circulares de 500 m2 cada una, dispuestas al azar sobre el terreno en estudio (50 ha) considerando 3 pisos altitudinales (200 a 250 msnm; 251 a 300 msnm y andgt; a 300 msnm). La intensidad de muestreo se estableció en ±20% del promedio de carbono a un nivel de confianza de 95 %. Este hecho indica, por ejemplo, que en el 95% de las situaciones en las cuales se identifique un valor de carbono de 100 Mg C ha-1, la cantidad real estará entre 80 y 120 Mg C ha-1. 

De los cinco compartimientos de carbono que pueden ser medidos en un bosque (biomasa aérea viva, biomasa subterránea, detritos o madera muerta, hojarasca, materia orgánica del suelo), se determinó el stock de carbono en la biomasa aérea viva y en la materia orgánica del suelo, debido a que son los compartimientos que más carbono almacenan en un bosque.

Se utilizó un método indirecto para la medición de carbono almacenado en biomasa aérea, considerando su bajo costo, tiempo y recursos, en comparación con los métodos destructivos. De esta manera, se utilizó la ecuación alométrica para bosques secos mixtos propuesto por Chave et al (2005), la cual requiere medir variables en los árboles dentro de las parcelas. Se procede a medir los árboles mayor a 5 cm de diámetro. El motivo por el cual se seleccionan árboles de mayor de 5 cm de diámetro es porque éstos ya han pasado el proceso de joven-adulto, se obtiene datos informativos de la altura, características visibles, se especifica la especie, y se deja una plaquita que queda de constancia que ese árbol se ha estudiado. 

Para la obtención de datos del carbono almacenado en el suelo, se tomó una muestra por parcela a diferentes profundidades (0-10; 10-20 y 20-30 cm) para luego determinar densidad aparente por el método del cilindro (Anderson e Ingram 1993) y carbono orgánico mediante el método de Walkley-Black (Walkley y Black 1934). Estas muestras de suelo fueron tomadas utilizando una calicata de 40 x 40 x 40 cm en el centro de cada parcela.

RESULTADOS

El análisis permitió establecer, que considerando los pisos altitudinales, no existen diferencias estadísticas para la variable carbono almacenado en suelos (p=0.40), ni para el carbono almacenado en biomasa aérea (p=0.93) del “Bosque y vegetación protector El Artesan - EcuadorianHands” en Joa, Jipijapa. 

El carbono almacenado en biomasa aérea viva, carbono en suelos y el total de carbono almacenado en cada piso altitudinal. En este sentido, se pudo establecer que el área de estudio almacena entre 105.02 y 112.32 Mg C ha-1, con un promedio de 109.42 Mg ha-1, siendo el carbono en suelos el compartimiento con mayor aporte al almacenamiento total (64.89%).

El análisis para vegetación leñosa y pisos altitudinales, demuestran una representatividad de un 100%. De acuerdo con esto, los tres pisos altitudinales tienen en común las especies M. calabura, B. graveolens, Pouteria sp, C. trischistandra y C. lutea; considerando la longitud de los vectores, las especies con mayor variabilidad fueron: C. glabrata, C. rivinifolius, J. curcas y C. sclerophylla. De igual manera, se puede decir, que C. glabrata en esta zona, solo se presenta entre los 200 a 250 msnm; J. curcas y C. sclerophylla, especies muy correlacionadas, solo se presentan en altitudes de 251 a 300 msnm; y Z. thyrsiflora es más abundante en altitudes mayores a 300 msnm con pocos representantes en los otros pisos altitudinales. 

El almacenamiento de carbono en el área de estudio siendo posible observar que C. trischistandra almacena alrededor del 80% del carbono en el área y el otro 20% está representado principalmente por E. ruizii, B. graveolens, C. vitifoliu y E. velutina y otras en menor proporción. En este mismo sentido, la familia cuyos individuos almacenan mayor cantidad de carbono es Malvaceae, que incluye dos representantes (C. trischistandra y E. ruizii); seguida de Fabaceae, la cual está representada por seis especies con densidades de madera entre 0.17 y 0.95 g/cm3.

En cuanto al carbono almacenado en suelos, los análisis demuestran que no existen diferencias estadísticas entre las cantidades almacenadas en los diferentes pisos altitudinales. En términos generales, el carbono disminuye con la profundidad. No obstante, en el piso altitudinal más bajo (200 a 250 msnm), el comportamiento es un tanto diferente, teniendo mayores concentraciones de carbono a los 20 cm de profundidad.

Los resultados demuestran que la altitud no es un factor que influye en el almacenamiento de carbono en biomasa aérea viva y en suelos. El 87.9% del carbono almacenado en la biomasa aérea viva lo contienen tres especies: C. trischistandra, E. ruizii, B. graveolens. El stock de carbono del bosque de Joa, Jipijapa se encuentra entre 105.02 y 112.32 Mg C ha-1, por lo tanto, se considera que este tipo de bosque representa una opción para contrarrestar el aumento de CO2 atmosférico, siendo este un justificativo importante para su conservación, más aún cuando el bosque se encuentra bajo procesos dinámicos de crecimiento..

CONCLUSIONES

El contenido de carbono en biomasa aérea viva y suelos del “Bosque y vegetación protector El Artesan - EcuadorianHands” en Joa, Jipijapa, no está influenciado por el gradiente altitudinal.

La composición y distribución de las especies en el área de estudio tiene suma importancia al momento de realizar estimaciones de carbono almacenado en ecosistemas de bosque.

El 87.9% del carbono almacenado en la biomasa aérea viva lo contienen tres especies: C. trischistandra, E. ruizii, B. graveolens.

El bosque de Joa, Jipijapa puede almacenar entre 105.02 y 112.32 Mg C ha-1, por lo tanto, se considera que este tipo de bosque representa una opción para contrarrestar el aumento de CO2 atmosférico, siendo este un justificativo importante para su conservación, más aún cuando el bosque se encuentra bajo procesos dinámicos de crecimiento

Estos estudios mantienen la posibilidad de luchar por mantener intacto los bosques secos, cuidar de estos ecosistemas tan necesarios para la vida humana. Estos bosques que en apariencia no parece que ejerzan una influencia en la vida, son refugios de fauna y flora que ayuda a contrarrestar la emisión de CO2 a la atmósfera. Previniendo así el avance del cambio climático.

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